Puente Peatonal Arturo Ilia y Plaza de las Américas
- Mar del Plata - La Perla del Atlántico
- 14 abr 2021
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Construido en el marco de la IV Cumbre de las Américas, celebrada en 2005, y bajo la consigna de redescubrir las posibilidades del espacio público, el Puente Peatonal y la Plaza de las Américas son propuestas arquitectónicas que nos invitan a pasear, estar y mirar.

Previo a la celebración de la IV Cumbre de las Américas, que se desarrolló en Mar del Plata durante noviembre de 2005, la ciudad llevó a cabo un plan de obras con el objetivo de emprender lo que llamaron una revitalización urbana. A través de nuevo equipamiento urbano y espacios públicos se desarrolló una importante renovación de la fisionomía marplatense, tanto en el área central como en la costanera.


El objetivo de las intervenciones fue posibilitar la integración del espacio público para proteger el patrimonio urbano y renovar la identidad de Mar del Plata. Plazas, paseos, estares urbanos, espacios verdes y miradores rejuvenecieron la imagen de la ciudad en el marco de un evento que contó con la mirada del mundo entero.

Entre tantas, se destaca el trabajo realizado por los arquitectos Guillermo de Paz y Pablo Rescia, en Punta Iglesia. El proyecto se basó en la realización de un nuevo espacio parquizado donde se encuentran la Plaza de las Américas y el puente peatonal que cruza el Paseo Dávila.

Esta intervención urbana es la continuación del Paseo de la diagonal Pueyrredón, plaza San Martín y Diagonal Alberdi, creando un sistema de plazas verdes que une la zona central de la ciudad con el paseo costero.
Así, con el objetivo de recuperar el espacio público, se realizó un nuevo diseño de solados y caminos que establecen una continuidad con la plaza adyacente, incorporando zonas de estar con equipamiento de bancos, cestos e iluminación, y deck de madera.
Con una excepcional vista panorámica a la ciudad y al mar, las obras llevadas a cabo se constituyeron como una verdadera innovación del paisaje urbano, logrando que el espacio público estableciera una relación más activa con el ciudadano.

El Puente Peatonal, además de transformar la escena frente al mar, ofrece impresionantes postales de la costa marplatense. La estructura fue realizada en acero y lapacho paraguayo, madera que fue elegida tanto para su estructura en tirantes como para el tablado que conforma la pasarela, fijadas a la estructura mediante grampas ocultas. Las tablas, al igual que los peldaños y el entablado del puente están tratadas con lacas poliuretánicas.

Por otra parte, en la Plaza de las Américas, las pérgolas, los decks y los bancos son de “anchico misionero”, también tratadas como el puente.
Hay en estas obras una estética integral, donde solados, materiales, equipamiento y luminarias responden a una misma idea, donde la intervención urbana invita a vivir los espacios, y con ello, a la participación ciudadana. Es la posibilidad de resignificar esos paseos como propios, otorgando un nuevo carácter a la costanera.

De este modo, nada aparece como fragmentos en el espacio urbano, sino que hay una búsqueda por privilegiar la continuidad visual y estética, con un marco inigualable como es el mar como imagen de fondo pero a la vez también como protagonista de la escena.

Ir andando por un lugar como distracción; o permanecer cierto tiempo en un lugar; o simplemente fijar la vista en un objeto. Pasear, estar, mirar, son las invitaciones que hacen la estas dos obras del Paseo Dávila. Contemplar el mar y la ciudad en una panorámica fantástica es siempre una buena excusa.
FUENTE: “Ciudad Pública” de Arq. Diego Noales. Publicado en Revista X nº2, FAUD, UNMdP