Recordemos que el Ing. Carlos de Chapeaurouge fue quien proyectó el diseño del trazado del pueblo y para ello tomó como punto de referencia la fachada de la Capilla Santa Cecilia. A partir de este punto de referencia generó la cuadrícula de calles (paralelas y perpendiculares) e integró en su diseño al cauce del Arroyo Las Chacras. En la década de 1920 este cauce fue entubado parcialmente (lo que hoy se muestra como el trazado de la Diagonal Pueyrredon). Y en los años posteriores se terminó de entubar la totalidad del mismo, hacia la costa formando la Diagonal Alberdi y hacia el oeste ya sin ser evidente, porque se respetó la cuadrícula ortogonal. Solo aparecerán como evidencia de su cauce las diagonales Álvarez (entre Independencia y Salta) y Zubiaurre (entre Castelli y Alvarado y desde Olazábal hasta Funes).
La plazoleta Chapeaurouge tiene forma trapezoidal y es la de mayor tamaño del conjunto. En esta plazoleta encontramos en la esquina de San Luis y la Diagonal Alberdi Sur una escultura que fue catalogada como “Patrimonio Escultórico Histórico Municipal” y se denomina “Hero y Leandro”.
Sobre la misma calle hacia la calzada norte de la diagonal una placa sobre un pedestal de piedra recuerda la figura de Juan Bautista Alberdi, colocada por el Centro Vasco Denak Bat, en el centenario de su desaparición física.
Por la Diagonal Alberdi (norte) casi Córdoba aparece un pedestal y un busto del Senador Provincial Roque Di Caprio.
Foto: pedestal en homenaje a Juan Bautista Alberdi.
Vale aclarar que una de las plazoletas lleva ese nombre, la tercera (en orden) yendo hacia la costa, seguramente con el rediseño de esa plazoleta por la Cumbre de las Américas, este busto fue trasladado
aquí, con la consiguiente descontextualización, ya que la misma debería estar en la plazoleta que hoy lleva su nombre.
Por último sobre la esquina de Córdoba y la Diagonal Alberdi (sur) se encuentra un monolito de piedra cuyas placas alusivas están desaparecidas. Es un monumento muy “vandalizable” y es común (lamentablemente) verlo casi permanentemente graffitteado. Recuerdo que alguna vez uno de esos graffittis decía: “Monumento a la astilla” haciendo gala del humor popular y aprovechando la forma de la piedra…