Hace siete años, el BioParque Zoo Batán forma parte del Proyecto Iberá dedicado a la preservación del yaguareté, una especie que se encuentra en peligro de extinción.
Por Lourdes Díaz
El yaguareté es el mayor felino de América, y se encuentra en grave peligro de extinción en la Argentina. Si bien se declaró extinto en la Provincia de Corrientes a mediados del siglo pasado por culpa de la cacería y la destrucción de su hábitat, se siente su presencia en diferentes localidades del litoral. En el año 2014, se comenzó a trabajar en la creación del Centro Experimental de Cría de Yaguaretés (Cecy) dentro de la Reserva Natural Iberá, Dicho centro es parte del “Proyecto Yaguareté: Cría, educación y turismo dentro de la reserva Iberá" que un año mas tarde fue conocido popularmente como Proyecto Iberá y que, desde sus comienzos cuenta con la colaboración del BioParque Zoo Batán.
Según explicó a 0223 el responsable del zoológico local, Franco Chidini, hace siete años las autoridades del Parque Nacional Iberá se contactaron con el por entonces Zoo Batán y les solicitaron colaboración con el proyecto. Sin dudarlo, aceptaron y desde entonces realizan tareas de colaboración para la cruza de animales.
"En 2015, después de hacer todos los trámites mandamos a Tobuna que era una de las dos hembras de yaguareté que teníamos en el zoológico para Corrientes para que forme parte del proyecto", cuenta orgulloso Chidini mientras recuerda que en ese entonces, la hembra era de los dos ejemplares disponibles en el predio, la que más se adaptaba a las necesidades del Proyecto: Si bien no era un animal apto para ser liberado porque había crecido en cautiverio y con contacto humano y no había desarrollado al 100% sus instintos, era joven, sana y había tenido cría sin dificultades, por lo que los ambientalistas e investigadores del Conicet que forman parte del proyecto consideraron que era la mejor opción para que su descendencia se crie dentro de la reserva libre y sin contacto con el ser humano.
Así, Tobuna se convirtió en la primer hembra de yaguareté que dio a luz dentro del Cecy, un espacio que cuenta con cuatro recintos de 1.200 metros cuadrados diseñados para albergar hasta dos parejas de yaguaretés reproductores y dos grandes corrales que ocupan una hectárea y media de superficie para que las hembras críen a sus cachorros sin que tengan contacto con los humanos y puedan ir aprendiendo a cazar por sí mismos. Además, el Cecy tiene en sus instalaciones un corral de 30 hectáreas donde los cachorros nacidos en el interior del Iberá terminan de desarrollar sus instintos naturales.
Según recuerda Chidini, durante su paso por el Cecy, Tobuna, entre otros cachorros tuvo a Tania. "Tania fue la primera hembra que no tuvo contacto humano y que tuvo cría de origen correntino", dice mientras afirma que, pese a que la yaguareté nunca no volvió al BioParque, siempre siguieron de cerca su evolución y la de su descendencia.
"Tania de cachorra perdió una pata en un accidente dentro de la reserva, pero eso no le impidió que se pueda desarrollar con normalidad. Aprendió a cazar y ella fue la primer hembra nacida dentro de la reserva que se cruzó con un macho que tampoco tuvo contacto humano y a los dos años aproximadamente tuvo dos crías que fueron los primeros yaguareté correntinos del Iberá", dice entusiasmado.
Según explica, actualmente el BioParque Zoo Batán está evaluando, junto con las autoridades del Poryecto Iberá enviar otro ejemplar de Yaguareté. "Nosotros no tenemos ningún problema en colaborar y siempre estamos a disposición", dice.
Pasa que, para continuar con el programa, los especialistas necesitan ejemplares que no estén vinculados geneticamente que seleccionar los cruces y así minimizar el nivel de parentesco de las crías nacidas en el Cecy.
Fuente: 0223