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  • Foto del escritorMar del Plata - La Perla del Atlántico

Se cumplen 37 años de la finalización de la Expedición Atlántis

Siempre es mucho, cada vez más… pero sigue pareciendo nada.

Hace 37 años, 12 de Julio de 1984, estábamos viviendo un momento muy feliz. Se terminaba para nuestras familias y amigos la zozobra que habían sufrido durante 4 largos años, y sobre todo los últimos 52 días… Llegábamos sanos y salvos a América…


Por Jorge Iriberri

Sin embargo, al mismo tiempo se apoderaba de nosotros una gran angustia. Yo empezaba a vivir el peor día de mi vida… Escuchando el nostálgico sonido de las sirenas de todos los barcos del puerto que saludaban nuestro arribo, el sueño que había alimentado mí espíritu durante tanto tiempo, llegaba abrupta e irremediablemente a su fin… bajábamos la vela, por segunda y última vez…

Ya no habría más amaneceres ventosos, celebrando que los alisios seguían empujando la balsa al son de la corriente… ya no más noches tumbados sobre el techo de nuestro rancho, embriagados por la belleza de contemplar millones de estrellas arriba marcando la vía láctea, y millones de chispazos de las noctilucas alumbrando los troncos, las olas y los seres de las profundidades…


Comprobar, sin instrumentos, con solo ver la Estrella Polar y la Cruz del Sur cada una por el través de cada banda, que estábamos en el rumbo correcto… Ya no más atardeceres persiguiendo al sol, para ver dónde se escondía detrás de un horizonte limpio, perfecto e infinito…


Ya no más nuestro romance con la naturaleza, esa complicidad y sana convivencia con ella… Ya no más la gratificación de nuestras pequeñas victorias diarias, por haberlo hecho todo bien un día más…


Apenas abandonamos la protectora burbuja de nuestra amada Atlantis, nos acechaban zapatos, camisas y corbatas, relojes, semáforos, sirenas… agasajos y homenajes… el apuro de los horarios y las preguntas de lo desconocido… acostumbrados como estábamos a movernos dentro de un micro cosmos perfecto, con todo previsto y controlado…

Félix Arrieta, Jorge Iriberri, Alfredo Barragán, Jorge Giaccaglia y Daniel Sánchez Magariños


Era viajar en un minuto a otro mundo, dirigido por otras personas, con quienes por elementales normas de educación y reciprocidad, debíamos amoldarnos y aceptar…

Y así comenzó una nueva etapa… que remplazó la tristeza y el vacío de los primeros días, por otro devenir, que fuimos aprendiendo, valorando y abrazando con el tiempo…


Comprobamos que para muchas personas Atlantis era una referencia, que se apoyaban en sus valores para perseguir sus propias metas, que se inspiraban y fortalecían con su espíritu…


Y la vida nos gratificó una vez más, permitiéndonos ser testigos de esa hermosa experiencia. Algunos de los que están leyendo esto y muchos miles más, se miraron en el espejo de Atlantis, y dijeron “Yo también puedo”… Y encararon o retomaron sus viejos sueños, llevándose un trocito de nuestra vela emparchado con la suya, y con ella avanzan por la vida, seguros y confiados, ignotos amigos, a veces muy lejanos.


Atlantis la hicimos en un mundo muy distinto… donde no había teléfonos celulares, ni fotografía digital, ni computadoras, mucho menos Internet, todo costaba mucho tiempo, esfuerzo e imaginación… un mundo que a los mayores, aunque lo recordamos, nos cuesta recrear… un mundo que los jóvenes, como mis hijos, ni siquiera esforzándose logran imaginar… Midiéndolo así… 37 AÑOS ES MUCHO TIEMPO…

Pero hoy miro a mi alrededor, y me encuentro con mis amigos/hermanos de la balsa… los que vinieron a bordo, Alfredo, Horacio, Chango, Daniel… y los otros, los que dieron todo por ayudarnos pero quedaron en tierra, y la otra gente, miles de personas que nos alentaron y acompañaron en todas las etapas… desde que empezamos, hasta que llegamos…


Y los veo emocionarse por el nuevo aniversario, celebrando, compartiendo ahora con sus hijos y nietos como lo hacían entonces, los mismos valores, los mismos ideales , el amateurismo, la planificación, el trabajo, la perseverancia… sintiéndose todos que merecidamente forman parte de esa irrepetible, desmesurada historia llamada Atlantis… que usan con orgullo, como expresión de sus deseos...

Jorge Iriberri junto al monumento a la Expedición Atlantis en Mar del Plata

(Foto: Christian Heit)


"QUE EL HOMBRE SEPA, QUE EL HOMBRE PUEDE"... Entonces me doy cuenta, agradecido por esta hermosa vida que me tocó vivir, que 37 AÑOS NO ES NADA …

Muchas gracias a todos… una y mil veces más…


El Vasco





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