Adolfo Dávila junto a un grupo de personas de la clase alta porteña que veraneaban en Mar del Plata cuando era apenas un conjunto de residencias de vacaciones y fastuosos chalets de estilo normando, fundaron en 1907 el Club Mar del Plata.
El paseo que lo recuerda es el que se encuentra en la parte inferior de la costa que va desde la rotonda de Patricio Peralta Ramos y Juan Bautista Alberdi hasta (nuevamente) la avenida Peralta Ramos a la altura de Mitre. Todo en el barrio La Perla. La sanción de la ordenanza data de octubre de 1932, durante el gobierno del comisionado Antonio Vignolo . En un primer momento, la arteria era más extensa y comprendía toda la Rambla.
Adolfo E. Dávila, había nacido en San Nicolás, departamento de Chilecito en la provincia de La Rioja, el 12 de agosto de 1848. Su madre fue la peruana Carmen Tomasini, y su padre el teniente coronel Simon Dávila.
Dávila realizó su tesis doctoral en 1877 en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA de Bs. As. Fue iniciado en la Masonería en la Logia Libertad número 48. A 8 años de ser fundado el Diario La Prensa, trabajó como cronista, redactor, y director en remplazo de Estanislao S. Zeballos en 1880, hasta que asumió Ezequiel Paz hijo, quedando Dávila como Jefe de redacción.
Davila redactó la ley de procedimientos en minera, aunque no se ´promulgó. Fue autor también de la ley para construir la Cuesta de Miranda. Nombrado académico el 14 de noviembre 1914 en la Facultad de Ciencias Económicas, fue diputado del Partido Conservador de La Rioja, en 2 oportunidades y senador reelecto, aunque fallece el 1 de abril de 1918 y es reemplazado por David Luna del partido UCR.
Entre otras actividades, Dávila trabajó vinculado a Pedro Bourel, abogado y famoso periodista sesor del gobernador Máximo Paz y creador entre otras cosas de la caja postal de ahorro, antecedentes de la caja nacional de ahorro, fue también diputado y senador.
La construcción del Club
Conformada una sociedad anónima, se le encargó al ingeniero y arquitecto Carlos Agote, un miembro de la aristocracia que se había costeado sus estudios en la Ecole des Beaux Arts de París. En 1908, Agote entregó su proyecto, un fastuoso edificio con estilo Luis XVI y seis plantas de gran altura, ocupando una manzana irregular frente a la Playa Bristol, junto al Grand Hotel (el primero de Mar del Plata) y al Arroyo Las Chacras, que corría a cielo abierto.
La construcción avanzó a toda velocidad, de tal forma que la inauguración fue el día 22 de enero de 1910, con un festejo que comenzó a las 17 horas. En esos tiempos, el edificio se destacaba sobre un paisaje sin construcciones de varios pisos, ya que al sur, la manzana vecina era un terreno desocupado llamado Plaza Mesquita, y hacia el oeste había una manzana aún sin edificar.
En agosto de 1912 se dio una histórica tormenta en Mar del Plata, que causó la destrucción del dique que alimentaba al molino de Pedro Luro, vecino al Club Mar del Plata, provocando el avance de agua que destruyó muchas construcciones vecinas sobre la playa. Aunque el Club estaba construido sobre terrenos que pocas décadas antes eran arena, no fue perjudicado por la inundación. Sin embargo, poco tiempo después se cerraron con paños de vidrio diversos sectores del edificio que originalmente estaban abiertos con vista al mar, probablamente por la adversidad de los vientos y el aire marino.
Además, se decidió cerrar la galería que cubría la vereda sobre el Boulevard Marítimo, anexando su espacio a un salón del edificio y ganando así una mayor superficie. En 1913 se inauguraba la Rambla Bristol, mítico paseo costero construido por iniciativa de miembros del Club Mar del Plata, que se transformó en el paseo favorito de los veraneantes de la época.
Aunque el Club tuvo una de las primeras salas de juego, un exclusivo salón para los miembros de la entidad, rápidamente tuvo que abrirse a los “nuevos ricos” que comenzaban a llegar a Mar del Plata. Así, los más elitistas formaron en 1912 el nuevo Ocean Club, que tuvo sede en un sector de la Rambla Bristol y tenía una cuota de acceso mucho más restrictiva. Durante la década de 1930, luego de la crisis económica global que afectó a la clase alta porteña de manera irreversible, cambiando para siempre el modelo económico de la Argentina, Mar del Plata comenzó a abrirse a clases medias-altas y medias, modificando su composición social y perdiendo su anterior exclusividad.
A mediados de esa década, el edificio del Club Mar del Plata tuvo varias modificaciones, la más notable fue la modificación de la galería que cerraba la vereda sobre la esquina de Boulevard Peralta Ramos con Pedro Luro: originalmente eran columnas que se encontraban ortogonalmente con la losa del primer piso, y en ese momento fueron alteradas para aparentar arcos de medio punto, con faroles de hierro decorando el nuevo aplique. Cruzando la avenida costanera, se había construido el Muelle de Pescadores.
El Club fue sufriendo una progresiva decadencia, mientras Mar del Plata seguía abriéndose a las clases medias, y a partir de la década de 1940, de las clases populares: primero, a través de los hoteles comprados por los sindicatos cada vez más poderosos, y luego de la llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia, como parte de una política de Estado de Bienestar. En 1938, la clásica Rambla Bristol fue demolida por el gobernador conservador Manuel Fresco, y reemplazada por su ambicioso proyecto de Casino Central y Gran Hotel Provincial, ambos en manos del Gobierno Provincial.
Así, en 1948 el Estado Nacional expropió el Club Mar del Plata y lo entregó a la Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos, luego Lotería Nacional. Así, sus salas pasaron a funcionar como anexos del Casino Central, y fueron abiertas a un público masivo como nunca antes, mientras se comenzaban a realizar obras de teatro en su antes exclusivo salón. Luego de la Ley de Propiedad Horizontal, sancionada ese mismo año, Mar del Plata comenzó a vivir un estallido de la construcción de apartamentos de veraneo, y en pocos años el Club quedó rodeado por nuevos edificios, cambiando drásticamente su entorno. En 1960, ya derrocado el gobierno de Perón, se instalaron en un piso del edificio la Escuela de Artes Visuales y el Conservatorio de Música de la Provincia.
Pero esta situación tuvo vida corta, ya que la tragedia llegó el 10 de febrero de 1961, mientras se festejaba el aniversario de la fundación de Mar del Plata. El fuego se inició hacia las 12:15 debido a un cortocircuito eléctrico en un escenario en el Salón Dorado del Club y rápidamente se extendió al resto del edificio, mientras el retraso de la dotación de bomberos y su acción insuficiente no lograron calmar las llamas. La estructura ardió durante tres días a pesar de la llegada de refuerzos desde Tandil, Necochea y Miramar, hasta que se derrumbó.
Las ruinas del Club permanecieron poco tiempo, era inviable su recuperación. La Municipalidad finalizó la demolición de lo que quedaba del edificio. En su manzana vacía, funcionó primero un estacionamiento público al aire libre, y luego una plaza parquizada y con un estacionamiento subterráneo.
Fuentes: Recortes periodisticos diario La Capital - Fotos de Familia -