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Foto del escritorMar del Plata - La Perla del Atlántico

Nace un mito en Mar del Plata: Tío Curzio

El primer emprendimiento comercial de la pareja Benedetti, junto a un paisano llamado Gino Guerra, fue una fiambrería que al poco tiempo se transformó en una casa de pastas que fue furor en su momento gracias a su original estrategia publicitaria: regalar las pastas por el barrio y ganar clientes.


El éxito fue inmediato, y le ofrecieron comprar el fondo de comercio. Con el dinero, Curzio y Franca abrieron un hotel llamado “Metauro” en homenaje a un río de Sant’Angelo in Vado.


Nuevamente la visión comercial de Curzio y sus extraordinarios dotes para el comercio hacen que un empresario compre el hotel y que el matrimonio, abra el hotel “Francamar”, ya sin Gino.


Para ese entonces, la familia Benedetti ya era conocida en la ciudad y habían ganado cierto prestigio. Por eso, no le resultó difícil a Curzio contactarse con los directivos del Club Pueyrredón para convencerlos de convertir un viejo gimnasio del club en un restaurante a la carta. Había nacido Tío Curzio.

“Cierto día, uno de esos tantos, en que paseaba mi nostalgia por la costa, divagando, perdida la mirada en el inmenso Atlántico, un cartel llamó mi atención. Me encontraba en Boulevard Marítimo y Colón, y admiré la hermosa arquitectura de esta construcción. Contemplé como se amalgamaba con la armonía panorámica costera. De pronto, comprendí que yo debía hacer ‘algo’ por esta ciudad que tanto nos había dado…”, contó Curzio Benedetti alguna vez. Así fue como, tras la venta de una casa, el italiano compró el imponente chalet construido por Alula Baldassarini donde todavía se mantiene el famoso restaurante Tío Curzio.


Espectáculos y la mejor gastronomía en Tío Curzio


La inmejorable ubicación, los exquisitos platos caseros (los capelletis eran la especialidad de la casa) y los shows conducidos en un principio por el mismo Curzio, le dieron al lugar la fama que necesitaba para convertirse en un punto neurálgico de la ciudad. Raúl Lavie, Dani Martin, Estela Raval y otros tantos artistas pasaron por uno de los salones del amplio chalet.


Hoy, a más de 50 años de su fundación, Tío Curzio se mantiene como uno de los puntos gastronómicos más importantes de Mar del Plata y como testigo del esfuerzo y trabajo de una pareja de inmigrantes italianos que un día llegó a “La Feliz” con un sueño.



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