Un cálido atardecer en Mar del Plata, circulando por la llamada Avenida del ruido al norta de nuestra ciudad, nos lleva a recorrer los recuerdos de un lugar que fue testigo de incontables momentos memorables y deliciosas experiencias culinarias: el Restaurante «La Estación», que más tarde se convirtió en «Los Viejos Vagones».
Ubicado en Avenida Constitución 5502, este restaurante que funcionó desde 1986 al 2005 solía estar en el corazón de muchos marplatenses y turistas que lo visitaron a lo largo de los años.
El 26 de septiembre de 1986 durante la celebración del centenario de la llegada del tren a Mar del Plata, varios diarios locales publicaron fotografías de vagones de tren que serían llevados en un enorme camión de transporte para su posterior restauración y reutilización. Así fue como comenzó la historia de Los Viejos Vagones.
El restaurante «La Estación» y luego «Los Viejos Vagones» fue un ejemplo perfecto de cómo los vagones de trenes y subtes pueden ser reutilizados y transformados en espacios únicos, llenos de historia, calidez y creatividad. Este lugar, que solía ser un punto de encuentro para familias y amigos, logró combinar el encanto de la época dorada del ferrocarril con una atmósfera cálida y hogareña.
No solo en Mar del Plata, sino también en otras localidades de Argentina, los vagones han sido reutilizados para construir viviendas, hoteles, paradores, museos y, por supuesto, restaurantes.
Estos espacios brindan a sus visitantes una experiencia única y les permiten sumergirse en un viaje nostálgico al pasado.
Lamentablemente, Los Viejos Vagones de Mar del Plata ya no están con nosotros desde el año 2005. Como tampoco existe su lindero boliche Banana, que funcionaba al lado del restaurante en un subsuelo y al que se podía acceder mediante un tobogán. Pese a que hoy en esa esquina hay una cervecería y un lavadero de autos, el legado de aquellos tiempos perdura en el corazón y la memoria de aquellos que tuvieron la oportunidad de visitarlo.
«Los Viejos Vagones» de Mar del Plata no solo eran un lugar lleno de nostalgia y sabor, sino que también albergaban una rica historia ferroviaria. Uno de los vagones, el coche n° 6707, pertenecía a la Serie K 5 y había sido utilizado como comedor en el Ferrocarril del Sud. Fabricado en los Talleres Escalada entre 1924 y 1925, este vagón fue remodelado en 1952, incorporándole
un sistema de ventilación por aire forzado. El segundo vagón, un coche salón de segunda clase, formaba parte de la Serie E 6 del Ferrocarril del Sud. Construido también en los Talleres Escalada en 1934, este vagón fue objeto de diversas mejoras en 1939. Estas piezas únicas de la historia del transporte argentino cobraron una nueva vida al convertirse en el corazón de un restaurante que dejó una huella indeleble en la historia gastronómica y turística de la ciudad.
Hoy, al recordar este emblemático lugar, nos damos cuenta de la importancia de preservar y valorar la historia de nuestra ciudad y de sus espacios. El restaurante nos enseñó que la reutilización creativa y el amor por el pasado pueden dar vida a experiencias inolvidables y perdurables en nuestra memoria colectiva.
A medida que el sol se pone en Mar del Plata, no podemos evitar sentir nostalgia por aquellos momentos compartidos en «Los Viejos Vagones». Aunque ya no exista, siempre ocupará un lugar especial en el corazón de todos los que tuvimos el privilegio de disfrutar de su cálida atmósfera y su deliciosa comida con familiares y amigos.
Fuente: NoticiasMDQ