En el sector que une Punta Iglesia con La Perla, el Paseo Dávila, se instalaron desde diciembre de 2010 más de 20 molinos multicolores cuyas aspas se mueven por efecto del viento.
Fueron inaugurados en el marco de las actividades culturales programadas en adhesión a la XX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrolló en la ciudad, bajo la denominación “Los molinos de América”.
El trabajo artístico fue desarrollado por un equipo integrado por el artista Felipe Giménez, Leandro Chiapa (autor de la idea), Martín Dalponte (diseñador) y Javier Masetro (diseñador mecánico).
La escultura urbana y dinámica de carácter simbólico fue construida en acero y consta de 21 molinillos de 6 metros de altura impulsados por el viento de la costa marplatense, los que, con la intención de que las velocidades y sentidos de giro fueran variados, fueron orientados en diferentes direcciones.
Pintados con los colores de sus respectivas banderas, los molinillos representaban a cada uno de los países iberoamericanos que participaron de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se desarrolló ese año en Mar del Plata.