Sin dudas la céntrica costa marplatense se convirtió en un ícono de la ciudad y en un paso obligado para los miles de turistas que eligen "La Feliz". Sin embargo, mucho antes del paseo diseñado por Alejandro Bustillo, del Hotel Provincial, del Casino y de los míticos lobos marinos, hubo otras ramblas. Conocé sus historias.
Por Javier Novoa
Años después de que Mar del Plata sea fundada por Patricio Peralta Ramos en 1874, la ciudad comenzó a gestar sin saberlo, lo que sería un símbolo de cara al país y al mundo. Un lugar donde cada personas que pase por la localidad balnearia tiene que fotografiarse. Una rambla para llegar a la playa marplatense y disfrutar de los veranos en la "Perla del Atlántico".
Sin embargo, esta rambla no fue la misma en los 145 años de vida que lleva la ciudad. Fueron cinco, distintas entre sí, de diversos materiales y cada una con su particularidad.
La primera rambla, si se le puede decir así, fue construida en el 1880 casi de forma natural. Llegó el Bristol Hotel a Mar del Plata, una gran cantidad de edificaciones se levantaban en la playa por obra de los pescadores y un piso de madera, sencillo y práctico, comenzó a unir cada casilla con una cubierta de toldos. Así, sobre la arena, con un pasillo de tres metros aproximadamente se colocaron las bases de lo que luego sería este simbólico sector de la ciudad.
Finalmente, en 1890, un gran temporal azotó Mar del Plata y su bella costa. De lo que fue la primera rambla solo quedaron maderas rotas y restos de pertenencias personales sobre la arena.
Con la destrucción de esta rambla surgió el primer proyecto serio de construir en la zona. El Presidente de la Nación Carlos Pellegrini, que solía visitar las playas de la ciudad, organizó una colecta de donaciones para reconstruir la rambla. Con planos del ingeniero Julio Figueroa e imitaba las construcciones del Lejano Oeste. Tenía 250 metros de largo, esta sobre pilotes a 4 metros de altura y presentaba casillas, comercios y restaurantes. Las catástrofes fueron otra vez protagonistas en la zona y un voraz incendio destruyó absolutamente todo.
Así, se dio paso a la tercera rambla que tuvo su construcción en 1905 y se emplazó hasta 1913. La Rambla Lasalle, en honor a José Lasalle, importante empresario dedicado a los juegos de azar y quien la costeó. Medía 100 metros de largo por 40 de ancho. Tenía 4 pabellones, uno en cada extremo sobre la calle y 2 sobre la Rambla. A esta primera construcciónrápidamente se agregaron más pabellones y balnearios, tanto al sur como hacia el norte y la rambla llegó a tener unos 400 metros. La Rambla Lasalle incluía agua de mar fría y caliente, locales comerciales, residencias privadas, pista de patinaje, cine y confiterías.
En 1913 se estableció la mítica y significativa Rambla Bristol. Obra del arquitecto Luis Jamin y de la firma Castello y Picqueres. Estaba diseñada con un local al lado del otros, a través de 400 metros de extensión. Había dos niveles distintos unidos con escalinatas. Terrazas al mar y grandes arcadas al estilo parisino. Su proximidad con el mar y el constante embate de las olas fue la principal causa de su corta vida que finalizó en 1939.
Finalmente, en 1939 y hasta la actualidad, marplatense o turista que se acerque a la playa Bristol, podrá observar la Rambla Casino que se construyó con el proyecto de Alejandro Bustillo. La urbanización de la zona incluía dos grandes edificios, el Casino Central y el Hotel Provincial. En medio de ambas edificaciones, un gran playón con escalinatas al mar y las dos famosas esculturas de dos lobos marinos, tallados por José Fioravanti.
Bustillo tomó influencias de la arquitectura impulsada por personajes como Albert Speer, mientras para los edificios diseñó fachadas en estilo Luis XIII, usando el ladrillo visto y falsas mansardas de hormigón armado para dar una imagen pintoresca y muy distintiva. Para la rambla, eligió piezas de travertino para recubrir el paseo.
La construcción avanzó con gran velocidad, mientras al mismo tiempo se demolía a pico y pala la antigua Rambla Bristol. El casino fue inaugurado en 1939 y la rambla coronada por los lobos marinos fue inaugurada por el Presidente Ramón Castillo en 1941, mientras el hotel se demoró hasta 1950. Este conjunto urbano Arquitectónico Nacional forma parte actualmente del Patrimonio Histórico Nacional.