Un lugar de ensueño, ubicado a unos 200 metros de una de las entradas al Bosque Peralta Ramos. El sitio fue fundado hace 36 años por Sonia de Francisco con el fin de reunirse con la familia y los amigos. La idea era encontrar un momento de paz en medio de la naturaleza.
Al acercarse a la entrada, donde en general se estacionan quienes acuden en sus autos, se erige una frondosa arboleda. Al traspasar el portón de ingreso, la cantidad de verde va in crescendo. De hecho, a medida que se avanza entre sus caminos que se asemejan a laberintos, se pueden ver diferentes árboles, arbustos, un estanque con peces y plantas que rodean las mesas y sus bancos de piedra y madera (desde la pandemia también se puede consumir afuera).
Una vez en La cabaña, amerita un raudo paseo antes de sentarse: el lugar tiene varios recovecos que conectan los respectivos salones, que incluso continúan en la planta alta de la edificación. En el ambiente, predominan los ventanales ovalados, la madera, también una chimenea y hay una variada decoración en general que incluye objetos que van desde candeleros hasta utensilios de porcelana y plata.
El té, cuyas hebras son recogidas a mano, es la estrella: hay negro, rojo, verde y se sirve caliente, helado, con azúcar negra, con limón, fruta o cítricos del Mediterráneo. No obstante, el maridaje perfecto se produce con las deliciosas tortas. Asimismo, se destacan scones, los batidos y los tostados en pan de campo con palta y distintos quesos.
Cómo llegar:
La cabaña del bosque está ubicada a dos cuadras del acceso al Bosque Peralta Ramos, en Cardenal s/n. Desde el centro de la ciudad hay que tomar Avenida Juan B. Justo, luego la de Los Trabajadores, girar en Vergara que se transforma en Don Arturo hasta la Boulevard del Bosque, que es la entrada principal. Si se llega desde la costa por Ruta Nacional 11, solo basta con doblar en Vergara.