Decir marplatense implica una segunda precisión, si nativo o de adopción. Las dos condiciones se ostentan con orgullo. Algo parecido ha sucedido con el alfajor, cordobés de origen para algunos otros orgullosos... Sin querer incurrir en polémicas estériles y fraternales, el alfajor recreado en Mar del Plata, ahora, tiene documentación propia.
Por Pasqualino Marchese
En realidad en un principio y durante su auge tomó el nombre de cada una de las fábricas que lo elaboraban, con su particular gusto y calidad, hasta los años ochenta, cuando... unos establecimientos de variadas galletitas incursionaron también en su fabricación. No eran malos, ni lo son, sí porque todavía están tímidamente en las estanterías de los mercados y quioscos, pero por la propensión extranjerizante de la mayoría de los argentinos, se hizo que una floreciente industria local tuvo que cerrar sus hornos y debatirse entre la subsistencia y la quiebra. Ésta ganó. Algunos nombres hoy han resucitado, solamente los nombres o la marca, los verdaderos dueños no son más personas identificables como entonces. La calidad ha cambiado. El gusto ha cambiado.
Los visitante de este sitio me solicitan a menudo la receta de los alfajores que en otros tiempos gustaron con un café, un chocolate, un simple té. Una señora desde Israel me ha pedido si me pudiera convertirme en maestro alfajorero para una fabrica que se cae... para poner en marcha el sueño del alfajor propio. Le agradezco mucho la oferta a la gentil dama, pero, no creo que hoy el mercado interno argentino pueda mantener de pie una fábrica solamente vendiendo nostálgicos alfajores.
De cualquier manera la receta que sigue podría ser posible para volver a deleitarse con muy poca cosa.
Ingredientes: 200 gramos de margarina, 200 gramos de azúcar, 7,5 cl. de miel, 1 huevo, 7,5 cl. de agua, 400 gramos de harina leudante o harina 0000 con polvo de hornear, 175 gramos de almidón de maíz, 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio, 25 gramos de cacao amargo, gotas de esencia de almendras y de naranja, dulce de leche repostero, chocolate cobertura.
Preparación: Batir la margarina a temperatura ambiente con el azúcar hasta formar una crema. Agregar la miel, el huevo y el agua siempre batiendo. Tamizar la harina mezclada con la maicena, el cacao y el bicarbonato e incorporar al batido con las esencias. Unir sin amasar demasiado y mantener a reposo en la heladera media hora. Retomar la masa y estirarla sobre una mesa enharinada hasta un espesor de 4 milímetros y cortar discos de 6/7 centímetros. Disponerlos sobre una placa para horno baja y untada con margarina. Hornear a 200º C. sin dorar, ni secar, aproximadamente durante diez minutos. Dejar enfriar en un lugar seco. Armar los alfajores uniendo dos tapas con abundante dulce de leche para repostería y sumergir en chocolate para cobertura fundido a baño de María. Dejar solidificar sobre rejilla con bandeja abajo para recuperar el chocolate que pueda escurrirse. Las tapitas pueden guardarse en lata hermética para armar los alfajores unas horas antes de consumirlos.
El alfajor no debe parecerse a una galletitas rellena con dulce de leche. Es todo un conjunto que se muerde con los diente delanteros, suave, uniforme, dulce, armonioso, que hace suspirar y volar y volar...