CASA ENTERRADA ARQ. RENEE STAUDENMAIER
- Mar del Plata - La Perla del Atlántico
- 29 ago 2021
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Una de las viviendas más emblemáticas y desconocidas de la ciudad de Mar del Plata es la vivienda que se encuentra ubicada sobre calle Saavedra N° 4572 en el barrio Pinos de Anchorena. Dicho vivienda pertenece al Arq. Renee Staudenmaier la cual proyectó para vivir con su esposa Laura Orelo que era psicóloga y su hija Mercedes, quien se recibió de arquitecta y reside en EE.UU. en la actualidad. Dicha vivienda se ha constituido en un icono de la arquitectura moderna.

A pocos metros de la Casa del Puente que se eleva del suelo, la vivienda construida en el año 1970 por el Arq. Renee Staudenmaier, se incrusta en el terreno. Solo asoman a la superficie el volumen de escaleras y una cúpula vidriada que descansa sobre el plato de hormigón pintado de blanco, que fuera pensado inicialmente para funcionar como terraza jardín.

Al acceder a la casa y descender por una escalera caracol, se abre al visitante un único gran espacio circular. Un tabique estructural curvo con impresiones bajorrelieve que funciona de espalda de este ambiente y también separa el único servicio de la vivienda. Unos escalones más abajo se hunde el estar, también circular pero desfasado del eje de la cúpula; se encuentra rodeado por un anillo de circulación que puede cerrarse con una cortina para separar lo público de lo privado y a la vez oscurecer y templar el lugar de descanso. Las paredes tienen múltiples placares o lugares de deposito en forma de arcos alrededor de toda la vivienda.
La obra de Studemayer toma varios conceptos de arquitectura orgánica. Dicho termino fue acuñado a principios del siglo XX por el Arq. Louis Sulivan en Estados Unidos y más tarde recuperado por el Arq. Frank Lloyd Wright en la década del 40. Se buscaba definir un tipo de arquitectura vernácula donde los edificios se convertían en el vehículo de armonía entre el hombre y la tierra, relacionando así la geografía de la región donde se construía. Los edificios parecen crecer desde el terreno, utilizando materiales que resalten la naturaleza existente.

La vivienda funciona en varios aspectos como el nido de un animal. Como un refugio subterráneo que muestra un pequeño y ajustado acceso (pasando desapercibido del exterior) pero que en su interior agranda sus dimensiones sirviéndose de la tierra como borde natural.
Un concepto básico pero muy particular de la vivienda enterrada es que el espacio se genera de manera inversa a las casas tradicionales, con planos y volúmenes sobre la superficie. En este caso el vacío se orada en la tierra, siendo un espacio conquistado a la naturaleza y no agregado a la misma. A partir de ese concepto a priori muy simple, se definen otras variables de estudio como lo espacial, lo morfológico y lo fenomenológico en relación al terreno.

Tanto en corte como en planta podemos ver que la vivienda muestra por fuera un aspecto que no revela el interior y que por el contrario busca disimularlo. Una terraza en forma de anillo busca devolver la mayor cantidad de terreno ocupado posible a la superficie. Dejando solo la cúpula de iluminación de 5 metros de diámetro.
Pero por dentro esa terraza arma un anillo de circulación y la pared de submuración avanza en varios puntos del terreno, horadando los bordes a la manera de un roedor o un insecto, albergando placares, lugares de depósito o agrandando el espacio de uso.

La vivienda consiste en un único gran ambiente y un servicio iluminados por una sola entrada de luz central en el techo, la única cara libre. La vivienda se relaciona de manera introspectiva hacia adentro de manera radial, hacia un centro claro que es el estar. Desde allí al contacto con el arriba. Otra particularidad es una reja que se encuentra pegada al acceso de la vivienda que encuentra un escritorio pero tiene acceso desde la cama. Este gesto tensiona las relaciones y fuerza un solo sentido de circulación.
La idea de la casa, como se puede ver en una inscripción en el hormigón, logra poner al visitante obligatoriamente con los pies sobre la tierra y la mirada en el cielo. (“Pedes in terra ad sidera visus”). Dicha frase esta en el escudo de la Universidad Nacional de Tucumán, donde el Arq. Renee Staudenmaier estudio como compañero del Arq. Cesar Pelli.

Fuente: Fotos Viejas de Mar del Plata