En la temporada 2020 se viralizó una campaña que instaló la discusión sobre una costumbre que no permite escuchar los sonidos propios de este paisaje.
Sentarse a orillas del mar, y poder escucharlo. Que sólo sea el ruido de las olas el que se imponga, y no la música que a todo volumen escucha a través de un parlante el turista que se instaló al lado. O el voceo de los vendedores ambulantes. O la canción que suena una y otra vez desde un parador.
El tema, sin embargo, no es de fácil abordaje. “Lo que pasa es que el sonido es algo intangible, y la gente tal vez no registra que está invadiendo al otro. Si yo llegara con un balde de agua y mojara a otro turista, quedaría en claro mi actitud desubicada y agresiva. Pero algunos no ven que llegar y plantar un parlante con la música ‘al taco’ es tan violento como lo que puse de ejemplo. Porque no sólo escucharé yo, sino que aturdiré al que está leyendo cerca mío, o al que, simplemente, quiere estar tranquilo disfrutando del mar, sin que nadie le musicalice la experiencia”.
La que comparte estas reflexiones es Ursula Riso, ella es la creadora de un cartel que en el verano 2020 se viralizó por redes sociales. Y, sin proponérselo,
visibilizó un tema que molestaba a muchos.
“Si estás en la playa, que el mar suene más”, reza el letrero, que tiene dibujado un parlante con una línea roja que lo cruza.
La campaña comenzó en una playa no lejana a estas costas, en Santa Teresita, provincia de Buenos Aires. Pero, rápidamente, el pedido de que el mar suene más que los parlantes se hizo viral, y pegó fuerte en Mar del Plata, donde la leyenda invadió perfiles de Facebook y estados de whatsapp.
Hoy, su reclamo, encarna al de gran parte de la gente que vacaciona en lugares de playa.
“El 11 de enero de 2020 subí la gráfica, que se me ocurrió para concientizar a la gente sobre esta moda de escuchar música a todo volumen cuando baja con sus parlantes a la playa. Pero, evidentemente, que eso cambie era el
deseo de muchos. Por eso el posteo explotó”, contó Úrsula Riso, la diseñadora que creó el letrero.
En Mar del Plata, por caso, el balneario Playa Grande comenzó a aplicar reglas ya existentes que prohíben el consumo de alcohol en espacios públicos, y a controlar los niveles en los que los particulares reproducen su música.
Martín Ferlauto, subsecretario de Planificación y Control, anticipó que desde Inspección General realizarán estrictos controles en las playas de Mar del Plata para evitar que los asistentes bajen con heladeras con alcohol y parlantes.
“Estamos trabajando fuertemente para realizar un operativo grande destinado al control del ingreso de heladeras con alcohol y también con parlantes en la playa”, explicó el funcionario.
“Puede producirse alguna siniestralidad, pero además molesta mucho a quienes quieren disfrutar de la playa en familia y en paz”, detalló.
Ferlauto contó que en los trabajos de
lineamientos para el verano participan Inspección General, la secretaría de Seguridad, los Guardavidas, el área de niñez, el SAME, Defensa Civil, nos la Policía Bonaerense, Prefectura, Bomberos, el Sedronar y las Agencias Nacional y Provincial de Seguridad Vial.
Fotos: Ursula Riso