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Foto del escritorMar del Plata - La Perla del Atlántico

Playas del norte en Mar del Plata

La mejor opción para quienes desean vivir sus vacaciones lejos de la multitud.

Están ubicadas entre Avenida Constitución y Parque Camet. Son casi tres kilómetros de arena en donde reina el silencio y la amplitud de los espacios



El crecimiento y la expansión de Mar del Plata logró una masiva concentración de gente en las playas céntricas. Este fenómeno, con el correr de los años, también comenzó a visualizarse en otras zonas concurridas como Punta Mogotes, Playa Grande o La Perla. Pero hacia el norte, superando este último sector de balnearios con piletas, nace otro espacio en el cual reina la distancia y la tranquilidad.

Las playas del norte, delimitadas entre la emblemática Avenida Constitución y el Parque Camet, son las últimas que yacen en paralelo a la traza costera, la cual más adelante se convierte en la Ruta Provincial 11. Los extensos fragmentos de arena nacieron hace menos de 10 años, luego de que el municipio de General Pueyrredón construyera varios espigones en forma de “T” que sirvieron para bloquear la crecida del mar y así dar lugar a la formación de playas de grandes longitudes.

La particularidad de esta zona es que en ella conviven pocos balnearios. También sobresale porque quienes la visitan son, en su gran mayoría, marplatenses que le escapan a la concentración de la Bristol o a las tardes ruidosas de las playas del sur. Otra gran ventaja es el estacionamiento: en la avenida Félix Camet es probable encontrar lugar para dejar el vehículo.

“Vivimos acá a cinco cuadras. Particularmente nos gusta esta zona porque venimos con la sombrilla, las reposeras, nos ubicamos donde queremos y no hay tanto turismo. No es que lo rechacemos, todo lo contrario, pero nos gusta descansar en otro contexto y acá las playas públicas son amplias”, dijo Estela, quien junto a Ricardo, su marido, suelen arribar a las 10 y regresan antes de las 13 para almorzar.

Las playas cuentan con pocas pero atractivas ofertas gastronómicas. Una de ellas es la de Hops Playa, un parador sin carpas ni sombrillas que aglutina a muchos aficionados del surf, dado que la zona es concurrida por quienes practican este deporte.


Allí se ofrece una movida que nace a las 17 y culmina a las 21, con happy hour en tragos (oscilan entre los $250 y $300 cada uno) y buenos precios en los platos. Las ensaladas cuestan $250, las hamburguesas (acompañadas con papas fritas) $380, la pizza (muzzarella o napolitana) $250 y los sándwiches (también con papas fritas) $420.


Pegado a este parador se ubica el balneario Costa del Sol, el cual posee restaurante, servicio de carpas y sombrillas. Y si bien esta concesión es privada, en uno de los ingresos al parador se encuentran los baños públicos que pueden utilizar todas las personas que visiten estas playas.

“Es el primer año que tengo la concesión del restaurante y te puedo decir que el 95% de los visitantes que llegan a esta playa son de acá, de Mar del Plata. La mayoría está radicada en la zona, por eso los conocemos. Las playas suelen ser tranquilas pero en un verano normal se vería mucho más público. No como sucede en La Perla o el centro, pero viene poca gente”, detalló Gustavo, marplatense que maneja la concesión del restaurante Vista Norte.


El gastronómico destacó que en los días de playa “las ventas son muy buenas” y que “las reservas de carpas deben rondar un 60% de su capacidad”. Bastante más de lo que se advierte en otros balnearios más concurridos”. También se destaca el valor de ellas en comparación con otros paradores: aquí, el costo de alquilar una por un día es de $2.500.

n el restaurante, un café con un tostado cuesta $300, un jugo exprimido de naranja $150, cada medialuna $40 y un licuado $150. Los sándwiches calientes -acompañados por papas fritas- van desde los $190 a $480. Las ensaladas oscilan entre los $240 y $550. Los sábados y domingos el local ofrece parrilla. Los días únicamente, por la noche, se sirven pescados.


“Nosotros vivimos cerca del centro pero preferimos venir acá por la tranquilidad y porque en auto son cinco minutos. Las playas son amplias y nos permite estar más cómodos con el tema del distanciamiento, el cual muchas veces no vemos en otros lugares”, completó Cristian, de 32 años, quien pasa las tardes junto a su novia en el norte.


Fotos: Christian Heit

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