Las playas, la variedad de espectáculos, su noche, la gastronomía, lugares recreativos, laguna, sierras y los clásicos de siempre. Mar del Plata tiene todo para pasar unos días a puro disfrute.
Se acerca el fin de semana largo de Carnavales y las ganas de tomarse unos días para desconectarse hacen pensar en un clásico: Mar del Plata. Es que escaparse para visitar los imperdibles de la ciudad que lo tiene todo es siempre un buen plan.
La playa, por supuesto, aparece siempre como primera idea al llegar y pensar dónde ir. Sin importar el clima, caminar por la orilla del mar es prueba obligatoria de la estadía en la ciudad. Las hay más céntricas o más alejadas, tanto hacia el sur como hacia el norte. Hay playas más concurridas o más calmas, con diferente tipo de oleaje y con variedad de servicios en sus balnearios. Algunas son más elegidas por las familias, otras por los jóvenes y están también las que tienen escuelas de surf y stand up paddle.
Si las ganas apuntan a ver un buen espectáculo, en Mar del Plata las opciones abundan con una cartelera muy variada. La amplia oferta abarca todos los gustos y edades e incluye ver lo mejor del teatro local y nacional, presenciar recitales de diferentes géneros, disfrutar de un espectáculo de danza, asistir a un festival o a un evento deportivo y divertirse en familia viendo una obra de teatro infantil.
La diversión nocturna con pubs y discos para todos los gustos, concentra la atención de jóvenes y no tanto. La mejor noche veraniega de Argentina, está sin dudas en Mar del Plata. Si de bailar se trata, hay lugares de música electrónica para los más jóvenes hasta clásicos ochentosos para los más grandes. Los pubs con músicos en vivo o exclusivos bares temáticos que se especializan en
vermouths o coctelería, constituyen una opción diferente.
Otro infaltable de la estadía en la ciudad es degustar los diferentes sabores marplatenses. A la hora del almuerzo o la cena se destacan los platos tradicionales hechos con pescados y las cazuelas de mariscos. Para quienes prefieran las carnes, la sugerencia es acompañarlas con verduras y hortalizas cultivadas en la zona.
Los churros, alfajores y medialunas acompañan cualquier momento del día y son, sin dudas, absolutos clásicos. Las cervezas artesanales y los ya reconocidos helados también tienen su lugar destacado en la gastronomía local.
¿Lo mejor? Todas estas opciones se pueden disfrutar al aire libre en los corredores gastronómicos, conformados por decks instalados en la calle frente a cada local y en las pintorescas terrazas con las que cuentan algunos de los locales.
Hay corredores peatonalizados y otros en zonas donde convive el tránsito vehicular con estos nuevos espacios, con ambientes relajados o más sofisticados, con vista al mar o en centros comerciales y en diferentes partes de la ciudad: el centro, la zona de Güemes, la calle córdoba y la tradicional Alem.
Al momento de animarse a vivir una experiencia recreativa diferente, aparecen ideas como hacer un paseo aéreo, volar en un parapente, descubrir vistas espectaculares desde el mar, alquilar una bicicleta para recorrer la costa y los barrios tradicionales, o hacer trekking.
Todas estas experiencias se suman a los ya reconocidos clásicos deportivos: practicar golf, surf, stand up paddle y pescar,
ya sea desde la playa, las rocas, las escolleras y los muelles o realizando una excursión de pesca embarcada.
Por supuesto que los más chicos de la familia también tienen opciones divertidas para disfrutar: saltar en un parque de camas elásticas, probar la destreza en puentes colgantes, tirolesas y muros de escalada del primer parque aéreo de la ciudad, zambullirse en las piletas de un parque acuático o visitar un oceanario son algunas de las alternativas.
Para los que buscan alejarse del ruido de la ciudad, bien al sur, a unos 20 minutos de Mar del Plata, está Chapadmalal, un paradisíaco lugar que se erige entre dunas, mar, acantilados y la llanura pampeana.
Caminar por la playa, visitar una bodega o simplemente descansar y desconectarse en un entorno tranquilo son algunas de las experiencias que se pueden vivir en esta zona en auge que también ofrece una excelente oferta de alojamiento, playas, balnearios, gastronomía y servicios.
Si además de alejarse se busca un paisaje no marítimo, también hay una opción: Laguna y Sierra de los Padres. Perfectos para disfrutar de la naturaleza, a solo 30 minutos de Mar del Plata. El entorno de bosques de araucarias y montes de eucalipto hacen de la laguna un escenario único para disfrutar del aire libre haciendo un picnic, pescando o practicando remo y canotaje en sus aguas tranquilas.
Sierra de los Padres permite divertirse en algunos de los establecimientos recreativos, visitar sus centros comerciales, conocer la Gruta de los Pañuelos, almorzar o tomar un café con las increíbles vistas de las sierras y los campos cultivados, por mencionar solo algunas de las opciones que ofrece este hermoso barrio.
Y como los clásicos nunca pasan de moda, tanto los que visitan la ciudad por primera vez como los que ya son habitués, tienen que hacerse un lugar en la estadía para pasear por los lugares protagonistas de todas las postales marplatenses. A todas estas opciones se le suman los museos de diferentes temáticas con los que cuenta la ciudad: históricos, de arte, de ciencias naturales, entre otros.
Uno de los tradicionales paseos es recorrer la rambla a pie. Allí, a los lados de las escalinatas de la Plazoleta de la Armada Argentina que bajan hacia la playa, está ubicado el Monumento a los Lobos Marinos. Desde la rambla hacia el sur, llegando al extremo de la bahía, también se destaca el Torreón del Monje. Con su aspecto de antigua fortaleza, es otra de las postales típicas de Mar del Plata.
Tampoco hay que dejar de ir al puerto, recorrer la Banquina de Pescadores, para luego llegar hasta la Escollera Sur y divertirse al visitar la Reserva de Lobos Marinos y el Monumento a San Salvador.