Cuatro días perfectos para descansar: playa, espectáculos, deporte y gastronomía de primer nivel. Planeá una escapada a este destino de playa con los beneficios de una gran ciudad.
El fin de semana de Carnaval es una excelente oportunidad para tomarse un respiro y desconectarse antes de que el año laboral y escolar comience. Para los que todavía no decidieron el destino, Mar del Plata es un clásico que nunca falla.
El objetivo siempre es ganarle unos días de playa al verano; y Mar del Plata tiene opciones para todos: playas ideales para familias con carpas y servicios, otras más concurridas y céntricas, playas amplias y tranquilas hacia el sur, etc.
Pero lo interesante es saber que la ciudad está preparada para una estadía cargada de opciones y actividades que van más allá
del clima: una cartelera de espectáculos nutrida, deporte, gastronomía típica y propuestas innovadoras para vivir la noche marplatense.
Grandes clásicos de Mar del Plata
Las postales marplatenses icónicas son una forma de sentirse en casa. Recorrer la rambla a pie y bajar hacia la playa por las escalinatas de la Plazoleta de la Armada Argentina, donde está ubicado el Monumento a los Lobos Marinos es siempre un buen plan. También caminar por la rambla hacia el sur, hasta el extremo de la bahía donde se destaca el Torreón del Monje. Con su aspecto de
antigua fortaleza, es otra de las postales típicas de la ciudad. Un paseo imperdible es acercarse al puerto para recorrer la Banquina de Pescadores y hacer el recorrido hasta la Escollera Sur, donde está la Reserva de Lobos Marinos y el Monumento a San Salvador.
Espectáculos y sabores a la carta
La gastronomía marplatense es un compilado de sabores clásicos, que recuerdan la infancia: los churros, helados artesanales, alfajores y medialunas convierten el atardecer en el mar en un momento único.
A la hora del almuerzo o la cena se destacan los pescados y las cazuelas de mariscos. Para quienes prefieran las carnes, la sugerencia es acompañarlas con verduras y hortalizas cultivadas en la zona. Y lo mejor: todas estas opciones se pueden disfrutar al aire libre en los corredores gastronómicos, conformados por decks instalados en la calle frente a cada local. Se suma la propuesta de terrazas
con vista al mar, los corredores peatonalizados y los centros comerciales de la zona de Güemes, la calle Córdoba y la tradicional Alem.
El fin de semana largo es una excelente oportunidad para ver un buen espectáculo de la cartelera, que va desde propuestas de teatro para los más chicos hasta festivales, recitales en vivo, incluso eventos deportivos. Acompaña la propuesta de shows los pubs y discos: desde espacios de música electrónica para los más jóvenes hasta clásicos ochentosos para los más grandes. Un dato interesante es la variedad de cervecerías artesanales y bares temáticos que se especializan en vermouths o en coctelería clásica.
Sumar nuevas aventuras
No sólo de clásicos se trata. Mar del Plata ofrece la excelente oportunidad de vivir una experiencia diferente. Por ejemplo, se puede volar en parapente aún sin tener conocimiento previo, tomar clases de surf o SUP (Stand Up Paddle) para principiantes, salir a pescar en una excursión de pesca embarcada, alquilar una bicicleta para recorrer la costa, etc. El objetivo es ponerle un poco de aventura al fin de semana.
Los más chicos también pueden vivir experiencias originales: pueden saltar en un parque de camas elásticas, probar su destreza en los puentes colgantes, hacer tirolesa y trepar a los muros de escalada del primer parque aéreo de la ciudad, además de zambullirse en las piletas de un parque acuático o visitar el impactante oceanario. Mar del Plata es un gran destino para viajar con chicos.
Más allá de la ciudad
A unos 20 minutos al sur de Mar del Plata, quienes buscan un poco de calma pueden visitar Chapadmalal, un pueblo surfer que une campo y mar entre dunas, acantilados y la llanura pampeana. Allí se puede conocer una bodega de vinos oceánicos y visitar los viñedos que crecen a pocos km del mar, surfear, descansar y desconectarse en un entorno tranquilo.
A solo 30 minutos de la ciudad, Laguna y Sierra de los Padres permiten cambiar de paisaje y disfrutar de la naturaleza. Los bosques de araucarias y montes de eucalipto hacen de la laguna un lugar ideal para hacer un picnic, pescar y practicar remo y canotaje en sus aguas tranquilas.
En Sierra de los Padres se puede conocer la Gruta de los Pañuelos, almorzar o tomar un café con las increíbles vistas de las sierras y los campos cultivados.